October 5, 2024

El origen de las billeteras virtuales se da con la aparición de la primera criptomoneda, el bitcoin. La primera billetera digital fue diseñada en 2009 por Satoshi Nakamoto, su desconocido inventor.

Estas billeteras o monederos son el lugar donde estarán guardados nuestros activos y cuentan con algo denominado “claves privadas” que serían la “llave de la caja fuerte” o la contraseña  para acceder a nuestras criptomonedas.

“Para ofrecer una visión más clara de la seguridad en el mundo digital, es crucial entender las diferencias entre una billetera física (o Hardware Wallet) y sus diferentes tipos como hot wallet, cold wallet y warm wallet”, dice Tania Lea de la plataforma Azteco.

 “Tener una billetera virtual o digital es uno de los primeros pasos o requisitos para poder operar con criptomonedas y, para no cometer errores, es muy importante entender los diferentes formatos, sus pros y contras”, recomienda Ramiro Raposo de Bitwage, la plataforma pionera en pago de honorarios en criptomonedas y dólares digitales que por antigüedad y simpleza de uso es la más elegida por freelancers y exportadores de servicios.

Según sus registros, los usuarios en su mayoría “eligen hot wallets (exchanges) vinculadas luego a cuentas bancarias o a una CVU, por la facilidad de operar en el día a día, pero a medida que van aumentando en facturación y conocimiento se pasan a cold o warm wallets por seguridad y privacidad”, agrega.

Tipos de billeteras

Las Hot Wallets (o billeteras calientes o blanda o software) online, son los que accedemos a través de nuestros dispositivos como PC de escritorio, notebooks, tablet o smartphone, mediante un software, aplicaciones o sitios webs. Son ideales para el manejo diario, pero hay que ser precavido para no sufrir ataques informáticos. Se puede acceder con un usuario y contraseña -como en una cuenta bancaria- cuyo acceso está bajo la responsabilidad del proveedor del servicio, que la almacena y permite a la persona propietaria de la cuenta llegar a sus criptomonedas con sólo la simple interfaz de seguridad.

Las Cold Wallets (o billeteras frías, o duras o hardware) sin conexión, son de tipo hardware, es decir, son dispositivos físicos tipo pendrive o memoria externa. El nivel de seguridad  es alto ya que operan sin conexión y de esta manera se evita el riesgo de ser hackeadas. Pero toda la responsabilidad sobre la custodia de las claves que dan acceso a los activos almacenados en el monedero son de la persona que los posee, ya que no existe la intermediación de un proveedor de servicio o banco.

Lea, que es directora de Latam de  Azteco, plataforma internacional que permite adquirir bitcoin en comercios u online de manera simple pagando en efectivo o tarjeta desde 5 dólares, subraya un punto importante, sobre todo para los que han padecido corralitos bancarios: “La forma más fácil de empezar a guardar tus activos digitales es por medio de una wallet caliente en el celular, porque la mayoría de las personas poseen un dispositivo móvil. Pero a medida que almacenan más tokens migran a billeteras frías porque se dan cuenta de que son más seguras. Finalmente lo importante es recordar que a la hora de comparar tu proveedor no debería requerir que tengas tus activos en su plataforma ya que no tendrías el control de los mismos. En varios países de Latinoamérica hemos vivido la experiencia que las entidades centralizadas se queden con nuestros fondos y eso no ocurriría si cada uno guardara sus valores sin intermediarios”, explicó.

Las Warm Wallets (billeteras tibias) están conectadas a internet, porque son apps que se pueden descargar pero el diferenciador es que se debe utilizar una contraseña de 12 palabras-claves o números PIN para la autenticación cuya responsabilidad de custodia es solo del usuario. No es recomendado almacenar fondos significativos en las mismas porque el nivel de seguridad no es tan alto y pueden ser comprometidas, pero sí son útiles para transacciones del día a día como el dinero que cada persona lleva en su billetera.

Mucho más que un dispositivo de guardado

Hoy las billeteras frías son mucho más que un hardware. Por ejemplo, Trezor y Ledger, que son de las más conocidas, vienen integradas con otras empresas que permiten comprar activos, además de bibliotecas de contenido educativo y los valores van entre los 70 y los 300 dólares.

En muchas ocasiones el desconocimiento de las personas afecta el buen uso de las billeteras frías. Tener control de los activos digitales es fundamental pero paralelamente debe tomarse responsabilidad de ella. Muchas personas se preguntan si es posible adquirir activos digitales en pequeñas cantidades, pagando en efectivo. La respuesta: sí, es posible.

Más aún, el interesado puede almacenarlo en una billetera caliente mientras los montos sean pequeños y después, es tan fácil como enviar un mensaje de texto: se pasan esos activos a una billetera fría para ir ahorrando y teniendo esos fondos en un dispositivo/lugar más seguro.

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