December 23, 2024


Las “tiendas no visibles” (según la traducción del inglés de “dark stores”), fueron iniciadas en Reino Unido y son el modelo que vienen impulsando los grandes retailers del mercado para sobrellevar los efectos del COVID-19 en todo el mundo, y llegar al cliente final de forma inmediata.

La pandemia trajo consigo muchas modificaciones en todos los niveles sociales y económicos. Los cambios en la forma de comercializar bienes y servicios ya eran una tendencia, pero lo cierto es que con el boom del ecommerce y las apps de delivery, las claves de los negocios tradicionales ya están quedando acotadas respecto a lo que tienen para ofrecer a sus clientes.
En este contexto, los Dark Stores suman relevancia. Concretamente se trata de un espacio que no tiene vínculo a la calle, es decir que no comercializa con el cliente final de forma directa, no tiene línea de cajas ni atención al público. Es solo un depósito, y funciona bajo el mecanismo en el cual la app de la solución toma el pedido con su look&feel y su administración de pagos, y luego de cerrarlo lo deriva a uno de sus Dark Stores más convenientes, donde se hace el armado o “picking”, se factura, y se devuelve a la aplicación que lo solicitó para el delivery y trazabilidad.
Básicamente, sus beneficios se centran en que al no tener clientes directos, no posee frente comercial, no tiene pasillos de atención a los clientes, no adiciona personal de limpieza del salón/seguridad del mismo, o personal de atención al público. Todo ello se traduce en costos que se optimizan.
Esta modalidad acompaña el boom de ventas online de artículos de primera necesidad, que crecieron 150% en la cuarentena, según la Cámara Argentina de Comercio Electrónico (CACE). En América Latina, las proyecciones señalan que las ventas en línea llegarán a US$118.000 millones en 2021, de acuerdo a los cálculos WorldPay.
“Esta iniciativa no requiere solo del canal de ventas, sino de herramientas que den omnicanalidad y medios de pago, dos pilares necesarios para su desarrollo. Este modelo es claro y soporta cambios creativos para resolverlo entre jugadores que conozcan el segmento”, explica Pablo Diaz, Director de Hasar Sistemas.
Lo cierto es que estos establecimientos ya existen hace tiempo en nuestro país, pero no son de acceso para cualquier consumidor, sino para la figura de “picker” un nuevo rol, creado por la tendencia del e-commerce, que se trata de un individuo que recibe en su movil una lista de mandados de un comprador, recolecta sus productos y arma el pedido. Un picker puede ser tanto un empleado de un mercado online como el repartidor de una app de delivery.
“Vale destacar que el servicio es de la marca, y Grupo Hasar le brinda las herramientas para que desarrolle su negocio, como el gateway de pagos iCard, la solución móvil de picking, iPoint para facturación y Blega para el despacho/trazabilidad”, explica el ejecutivo.
En lo que respecta a sus variantes, se puede encontrar en el mercado diferentes tipos de alianzas del estilo: empresa de delivery + casa de comidas (cookroom), empresa de delivery + supermercado (dark store), empresa de venta online genérica + cualquier comercio de cercanía asociado.
“Las Dark Stores llegaron hace tiempo y la pandemia y el confinamiento favorecieron su expansión y desarrollo. Tener una logística efectiva y una buena localización geográfica de los depósitos es clave para incursionar en esta tendencia”, confirma Diaz.
En este sentido, el impacto de la tecnología con respecto a los nuevos modelos de compra se hace evidente. Sin duda, las dark stores integran tecnología cada vez más sofisticada. La integración con la robótica, el internet de las cosas, la capacidad de conocer y personalizar la interacción con el cliente gracias al Big Data, y la monitorización de las redes sociales son algunos de los elementos que marcan esta convergencia.

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