Una colisión, una fuerte explosión y el peor escenario fue evitado: esa es la forma más fácil de describir los beneficios del airbag y el papel clave que ejerce la unidad de control en esta “detonación” protectora… Hace cuarenta años, Bosch unió fuerzas con Daimler-Benz AG para iniciar la producción de la primera unidad de control de airbag electrónico del mundo, lo que dio un impulso decisivo a la protección de los pasajeros. “Bosch es pionero en la electrónica y la seguridad del automóvil”, dice Harald Kröger, miembro de la junta directiva de Bosch. “La unidad de control de airbag electrónico muestra lo que entendemos por ‘Innovación para tu vida'”.
Desde el inicio de la producción a gran escala en diciembre de 1980, Bosch ha fabricado más de 250 millones de unidades de control de airbag, perfeccionando constantemente la tecnología. Los investigadores de accidentes de la compañía estiman que, desde su lanzamiento, los mismos han ayudado a salvar unas 90.000 vidas en todo el mundo. Esto los convierte en un componente clave de visión Zero: sin víctimas mortales ni heridos graves en el tránsito.
Mediante sensores de presión, velocidad de guiñada y aceleración internos y externos, una unidad de control de airbag de última generación identifica el tipo de accidente, su gravedad y despliega la bolsa de aire y el tensor del cinturón según sea necesario. En solo diez milisegundos, el algoritmo de activación interpreta los datos del sensor para determinar si el conductor simplemente pisa el freno, choca contra un automóvil estacionado, salta a la vereda o si el vehículo ha tenido una colisión o corre el riesgo de volcarse. Si la situación es peligrosa, el sistema activa el generador de gas pirotécnico. En 30 milisegundos, el airbag está completamente inflado y puede proteger al conductor y a los pasajeros.
Los vehículos actuales vienen con hasta nueve airbags instalados, que se pueden desplegar individualmente según el escenario del accidente. Después de una colisión, el sistema también envía una señal para cortar el suministro de combustible o, en vehículos eléctricos, para desconectar la batería de alto voltaje. Además, el sistema envía información sobre el accidente a otros sistemas del vehículo, por ejemplo, eCall, que llama automáticamente a los servicios de emergencia después de que se haya desplegado un airbag.
Unidades de control de airbag y conducción automatizada
En el futuro, a medida que aumente la cantidad de sensores en los vehículos, aplicar la información que recopilen podría garantizar que airbags, los tensores de cinturón y otras funciones del vehículo interactúen aún mejor: el sistema reconoce rápidamente un accidente inminente y, por ejemplo, coloca automáticamente a los ocupantes en una posición sentada que reduce el riesgo de lesiones antes de la colisión real. Puede desplegar las bolsas de aire y tensores de cinturón para brindar la mejor protección posible contra choques para cada persona en el vehículo.
La conducción cada vez más automatizada es un área en la que estas posibilidades son relevantes, ya que en los niveles superiores abre conceptos de interior completamente nuevos y más espacio para moverse, incluso para los conductores: pueden girar su asiento, girar para mirar a los pasajeros o ponerse cómodos en su asiento. A medida que la disposición de los asientos en el vehículo se vuelve más flexible, es cada vez más crucial tener un control muy específico de airbags y tensores de los cinturones. A su vez, esto aumenta la complejidad de las demandas de las unidades de control de airbag en las que Bosch ya está trabajando hoy en día. Incluso después de 40 años, esta particular bolsa de trucos todavía está lejos de estar vacía.