La Cámara de la Industria Química y Petroquímica (CIQyP®) y el Instituto Petroquímico Argentino (IPA) celebraron conjuntamente el “Día de la Petroquímica, agregando valor a los recursos naturales argentinos”, en el Salón Almirante Brown del Centro Naval de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, del que participaron los principales referentes y representantes del sector, y contó con la presencia del secretario de Industria y Desarrollo Productivo de la Nación, José Ignacio de Mendiguren.
En primer lugar, Federico Veller (foto), CEO de Profertil y presidente de la Cámara de la Industria Química y Petroquímica (CIQyP®), brindó la bienvenida a todos los presentes, agradeció la participación a la celebración, y destacó la importancia del sector en la economía de Argentina. En su exposición de apertura, Veller acentuó que “el desarrollo químico y petroquímico de la Argentina ha tenido cuatro grandes olas desde 1907, desde aquel descubrimiento del primer pozo de petróleo en Comodoro Rivadavia, permitiendo que nuestro sector crezca, se potencie y se desarrolle.”. Luego añadió: “Hoy estamos, nuevamente, en las puertas de lo que podría constituir la quinta ola. La potencialidad de Vaca Muerta y su desarrollo nos da motivos de sobra para pensar en un futuro próspero, de nuevos proyectos e inversiones para el sector”.
Como parte del encuentro tuvo lugar un panel del que participaron el propio Veller y Matías Campodónico, presidente de Dow Argentina, con la moderación de Pablo Popik, gerente de Ingeniería y Desarrollo de Infraestructura de Compañía MEGA S.A. y actual presidente de Instituto Petroquímico Argentino (IPA).
Entre sus distintas intervenciones Campodónico destacó que “Dow es una compañía que mueve energía y que convierte energía en productos petroquímicos de gran valor agregado, por eso la ambición de la compañía de ser neutra en carbono para el año 2050 en línea con el Acuerdo de París es una agenda ambiciosa, pero que claramente marca un norte hacia el que tenemos que trabajar hoy para construir una economía cada vez más circular”. A su vez, se pronunció a favor de ver siempre el “vaso medio lleno” y se manifestó optimista respecto de un creciente consenso del arco político sobre la necesidad de profundizar el desarrollo del upstream y de la petroquímica como agregador de valor industrial para aumentar y diversificar exportaciones, lo cual contribuirá a resolver la restricción externa que enfrenta la Argentina y financiar la infraestructura para que la transición energética avance.
A su vez, Veller subrayó que “agregar valor a los recursos naturales está en el ADN de nuestra industria”. Luego, añadió: “En Profertil ponemos el foco en el valor del recurso suelo, uno de los más relevantes que tenemos como país. Agregarle valor, según lo entendemos, es lograr producir —de forma sostenible— más alimentos y de mejor calidad”. Además, enfatizó: “Creemos que es clave que cada actor busque en qué puede mejorar, en qué puede optimizar procesos, reducir impactos y agregar valor”.
A continuación, de Mendiguren resaltó que “el sector es un factor clave para el desarrollo, la competitividad de la economía y la transformación de la matriz productiva”. También expresó cuán fundamental resulta ser el sector químico y petroquímico para el país cuyo motor son las altas inversiones: “Tienen el empleo mejor calificado con una capacitación permanente; la relación con toda la cadena de valor de las industrias en general, y principalmente que posee dos ventajas de importancia, la cercanía del recurso y el mercado”, resumió.
Sobre el cierre su exposición, De Mendiguren señaló: “Este sector alimenta todas las categorías de la economía, ya que son muy pocas las actividades que quedan por fuera de la cadena petroquímica. Es una industria que tiene el potencial de multiplicar entre tres y seis veces el valor del gas, y que puede complementar bien el abastecimiento del mercado interno con la exportación”.
Antes de finalizar la jornada, Rina Quijada, VP de investigación y desarrollo de negocios América Latina en IHS Markit – S&P Global, se refirió a las oportunidades de la industria química petroquímica, a nivel mundial y regional. Al respecto, sostuvo que la demanda de productos petroquímicos seguirá creciendo por encima del PBI global y esa situación genera expectativas para países como Argentina, con recursos en gas natural y petróleo provenientes de Vaca Muerta.
Día de la Petroquímica, un poco de historia
Un 26 de agosto de 1942 se firmó el documento para la creación en Argentina de la primera planta petroquímica de América Latina en la localidad de Campana (Provincia de Buenos Aires) para la producción de tolueno sintético. De este hito, surge esta fecha como celebración del Día de la Química y Petroquímica, una industria que anualmente genera un valor de producción de más de 25 mil millones de dólares al PBI y representa el 17% de las exportaciones manufactureras industriales. A nivel regional, la argentina es la segunda industria química y petroquímica después de la brasileña y tiene una participación del 0,9% en las ventas de la industria química mundial.
Actualmente, 96 de cada 100 objetos de los que manipulamos cotidianamente tienen relación con la química o la petroquímica. Están presentes tanto en nuestra vestimenta, en nuestros hogares, en los autos, en los envases que preservan nuestros alimentos, etc. En todo lo que vemos hay productos vinculados a esta industria.
A lo largo de su historia, la industria se caracterizó por el uso sustentable de los recursos naturales. En 15 años se redujeron en un 25% las emisiones gaseosas y del consumo de agua. Actualmente, la industria química y petroquímica es el principal impulsor a de la economía circular a través de la concientización de las personas, que permitirá reutilizar productos ya elaborados para preservar nuestro medio ambiente.
En Argentina, existen ocho áreas y polos químicos y petroquímicos: Río Tercero, Puerto Gral. San Martín, Campana-San Nicolás, Gran Bs.As., Ensenada, Plaza Huincul, Bahía Blanca y Luján de Cuyo. La industria conforma una gran cadena de valor: la tarea comienza en la exploración, explotación y producción. Esto se convierte en materias primas de las industrias químicas y petroquímicas, que luego se transforman en sustancias y productos químicos de uso intermedio, para derivar a otras industrias y llegar a nuestras vidas cotidianas.