La presencia de la comunidad alemana en Villa Ballester es muy importante. Durante las grandes olas migratorias de fines del siglo XIX y mediados del siglo XX, en esta localidad bonaerense se consolidó una de las principales colonias de inmigrantes alemanes en Argentina, que tuvo un impacto significativo en la región, contribuyendo al desarrollo cultural, educativo y deportivo con la fundación de instituciones como el Instituto Ballester y la Sociedad Alemana de Gimnasia.
Pero también estableció bares, espacios de reunión de la colectividad y centros culturales que enriquecieron la vida social y cultural de la localidad abriéndose a la interacción con el resto de la sociedad de Villa Ballester. Uno de estos lugares es Guten Appetit, restorán de comidas típicas alemanas que este sábado 2 de noviembre, desde las 20, realizará su segunda Bierfest.
Los participantes podrán disfrutar de bratwurst, las tradicionales salchichas a la parrilla con mostaza y pan, con el no menos tradicional sauerkraut o chucrut, el repollo fermentado. O de un Schnitzel (bife de carne empanado y frito, generalmente de cerdo o ternera). O la käsespätzle, pasta con queso.
Cada plato acompañado con las variedades de cerveza alemanas más apreciadas: Pilsner, Dunkel, Bock, Rauchbier, Berliner Weisse, entre muchas otras. Todo acompañado de la animación del cantante Alberto Daisen que repasará un repertorio de canciones populares alemanas y covers de clásicos universales. Lo acompañará Alle Jung con su espectáculo de danza tradicional.
Existe la posibilidad también de que se sume a la celebración el embajador de Alemania en Argentina, Dieter Lamlé.
Se habla de “celebración” porque ese es el origen de la bierfest. Es como otra expresión de la tradicional fiesta alemana conocida como Oktoberfest. La Oktoberfest tiene sus orígenes en Múnich, Alemania, y se celebró por primera vez el 12 de octubre de 1810.
Aquella primera edición fue una gran fiesta en honor a la boda del príncipe Luis de Baviera y la princesa Teresa de Sajonia-Hildburghausen, dos reinos en los que estaba subdividida la actual Alemania.
La celebración incluyó entonces una carrera de caballos y se llevó a cabo en los prados fuera de las murallas de la ciudad, que más tarde se llamaron Theresienwiese (Prados de Teresa) en honor a la novia. La fiesta fue tan exitosa que se repitió al año siguiente, y con el tiempo, se convirtió en una tradición anual que se celebra desde entonces.
Hoy en día, la Oktoberfest se transformó en el festival de cerveza más grande del mundo, atrayendo a millones de visitantes cada año. Si bien el festival más tradicional y famoso se realiza en la ciudad de Münich, fue llevada por los emigrantes alemanes a las distintas naciones y ciudades adonde se radicaron, como Villa Ballester.
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