May 17, 2024

Portón 17 es el nombre del nuevo restaurante que se inauguó en la Villa Hípica, el predio ubicado sobre la calle Olleros, en el barrio porteño de Palermo, donde se albergan caballos a los caballos Sangre Pura de Carreras (SPC) que corren en el Hipódromo de Palermo. El nuevo espacio gastronómico justamente fue pensado para atender las necesidades de la gran población de personas que trabaja o transita por allí.
“Portón 17 está pensado principalmente para todo el público de toda la actividad hípica, en su conjunto. Estamos hablando desde el personal de caballeriza hasta el propietario, pasando por el cuidador, el jockey, los vareadores. O sea: para que todas las personas de la actividad tengan un espacio para estar, para tomar algo caliente, para almorzar, cenar, merendar, para ver las carreras”, resumió a RevistaRojo Cristian Albarracín, el jefe de la Villa Hípica.

La Villa Hípica es como una pequeña ciudadela con ambiente rural: cuenta con 1473 boxes cercanos a las pistas para facilitar el entrenamiento de los caballos. Sus boxes permanentes dan hospedaje a 1231 caballos SPC, pero ofrece además el servicio gratuito de 142 boxes de tránsito para el albergue de los SPC provenientes del interior y exterior del país que están en tránsito hacia otro destino.
La Villa también incluye también el servicio de hospedaje para trabajadores de la actividad, entre otors servicios específicos para el cuidado de los equinos como sus servicios la pileta para los SPC, dotada de moderna tecnología, y la guardia veterinaria en forma permanente.

Porton 17 convocará entonces “un poco el folclore de lo que es la actividad hípica”, agregó Albarracín, aunque aclaró que las puertas del restorán abrirán “no solo a todo el personal que está acá adentro, que trabaja, sino a los que cuando vienen a participar, gente del interior, que viene con su familia, que trae su caballo de tránsito y que se quedan dos o tres días. O los propietarios de las caballerizas que están todos los días acá. Y bueno: acá también pueden pasar una estadía agradable, brindando todos los servicios de refrigerio. Este es un mimo más, es una acción más para que se sientan como en casa”.

Respecto de los menús, el responsable de la Villa Hípica aclaró que es un proveedor que que conoce bien las necesidades de la población del lugar y sabe con qué personal se trabaja. Son comidas rápidas y otras al plato. Ofrece además precios accesibles, que están al alcance de todos y con amplitud de horarios de atención “porque esta es una actividad que es tan amplia, entonces ese necesario cubrir los horarios de la mañana para desayunar, almorzar, merendar y cenar”.

“Nosotros muchas veces vemos la actividad que hay en lo que es la Villa Hípica durante las carreras en el Hipódromo de Palermo. Pero obviamente que acá hay un mundo que funciona antes de las carreras, con el vareo (n. del r.: la rutina de ejercitar un caballo de competición para conservar su buen estado físico), que acá se brindan todos los días del año. Son 365 días: no hay 1° de mayo, no hay Fiestas de Fin de Año… siempre se varea por la necesidad del caballo. Entonces es como que el servicio tiene que estar a la altura de eso, que se trabaja todos los días. Son las cuatro y media de la mañana y ya están preparando el caballo para varear. Así que la idea es esto, cubrir también las necesidades de todo el personal de la actividad hípica”, concluyó Albarracín.

 

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