May 16, 2024

1-  Un robot no hará daño a un ser humano o, por inacción, permitirá que un ser humano sufra daño.
2-   Un robot debe cumplir las órdenes dadas por los seres humanos, a excepción de aquellas que entrasen en conflicto con la primera ley.
3- Un robot debe proteger su propia existencia en la medida en que esta protección no entre en conflicto con la primera o con la segunda ley.
Las expuestas arriba son las tres reglas de la robótica pensadas por el célebre escritor de ciencia ficción ruso/estadounidense Isaac Asimov en su cuento “Círculo vicioso”, de 1942 . En años recientes, estos preceptos fueron popularizados por al película “Yo robot”, protagonizada por Bruce Willis. Ahora bien… lentamente los robots empiezan a formar parte cada vez en más ámbitos de la vida de los humanos… ¿Deberían tener vigencia aquellas leyes de Asimov?
Seguramente, sí. Y es por eso robots como el IRB 6620 hoy interactúa con las personas de forma segura en estrecha colaboración y en espacios reducidos. Es que este equipo cumple sus funciones gracias a la lógica del último software avanzado de ABB, que se utiliza en fábricas de todo el mundo.
Este software permite que un robot colaborativo como el ABB IRB 6620 sea consciente de lo que está sucediendo en sus alrededores y ajuste sus movimientos con una velocidad increíble para mantener seguras a las personas que tiene cerca.
Los robots colaborativos de ABB son fáciles y rápidos de programar usando lo que se conoce como “programación directa” en la que las personas guían manualmente a los robots a través del rango de movimiento requerido y luego graban las acciones en una tableta inteligente común.    
Para dar una idea de a qué punto llegan las posibilidades de interacción entre un robot y un humano, vaya el ejemplo de YuMi: un robot industrial de dos metros y 900 kilos de peso que es la pareja del balet contemporáneo de Fredrik “Benke” Rydman, en la  Kulturhuset Stadsteatern de Estocolmo (House of Culture & City Theatre). Esto sucedió entre septiembre y noviembre del año pasado en Estocolmo, donde la innovadora actuación de Benke se desarrolló en uno de los centros culturales más grandes e importantes del norte de Europa.
Los robots colaborativos de ABB no son ajenos al escenario público. Además de dirigir una orquesta, los robots de ABB también han apoyado a Lady Gaga en los Premios Grammy y en conciertos de Bon Jovi y Deadmau5. La programación utilizada para este rendimiento es del mismo tipo que hizo posible el año pasado otro popular robot ABB, el brazo colaborativo YuMi, para aprender rápidamente los movimientos complejos e intrincados necesarios para dirigir una orquesta sinfónica en una presentación en vivo en Italia con el famoso tenor Andrea Bocelli.
ABB (ABBN: SIX Swiss Ex) es un líder tecnológico pionero en equipos de electrificación, robótica y cinemática, automatización industrial y redes eléctricas, para clientes de servicios públicos, industrias y transportes e infraestructuras en todo el mundo. Continuando con sus más de 130 años de historia de innovación, ABB en la actualidad está escribiendo el futuro de la digitalización industrial y está impulsando la revolución energética y la cuarta revolución industrial. Como patrocinador de la Fórmula E, la categoría internacional de automovilismo FIA íntegramente eléctrica, ABB está ampliando los límites de la movilidad eléctrica para contribuir a un futuro sostenible. ABB opera en más de 100 países y tiene unos 136.000 empleados. www.abb.com

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